Educando Hijos
El presente blog es una creación personal que tiene como finalidad compartir información actualizada relacionada con el proceso de educación de nuestros hijo y estudiantes. lo he titulado Educando Hijos porque es el proceso mas importante que realizamos en nuestras vidas como padres y como docentes ya que en el aula los escolares pasan a ser como nuestros hijos.
sábado, 21 de marzo de 2015
Aprender Cantando
Aprender Cantando
Todos
recordamos canciones de nuestra infancia, aquélla que nos cantaba nuestra madre
o la que aprendimos en el colegio. Nuestros hijos también necesitan aprender
canciones, y no sólo porque sean bonitas o divertidas, sino también para
mejorar intelectual, emocional y físicamente. A veces utilizamos las canciones
para que nuestro hijo no se aburra, pero seguramente ni nos damos cuenta de
todo lo que estamos aportando.
La
canción, además de ser uno de los recursos lúdicos que tenemos más a mano y
disponible en cualquier momento, es un importante instrumento educativo. Puede
utilizarse para conseguir distintos objetivos, pero siempre, siempre, hace que
el camino para llegar hasta ellos sea un camino fácil y divertido de andar.
·
Desarrolla el oído musical de nuestro hijo, lo que facilita su introducción al
mundo de la música y le ayuda a reconocer y distinguir los distintos sonidos
que nos acompañan en nuestra vida cotidiana. Hay canciones, sobre todo
dirigidas a los más pequeños, en las que aparecen onomatopeyas o sonidos
conocidos por el niño; cantar este tipo de canciones les ayuda a identificar
estos sonidos cuando aparecen en contexto. Por ejemplo, canciones en las que se
habla de un despertador (tic-tac, tic-tac, ¡RIIIIIING!) o de un tren
(PIIII-PIIIII, chucu-chucu-chucu…).
·
Favorece la expresión artística. A menudo podemos ver, en las clases de niños
de 5 o 6 años, una pared llena de dibujos elaborados a partir de las audiciones
de las canciones y en los que se reflejan elementos o motivos que aparecen en
las letras. La canción Tengo una muñeca o Barquito chiquitito son ejemplos de
canciones que se pueden emplear con esta finalidad.
·
Ayuda a anticipar, organizar y sincronizar el movimiento. Bailar, dar palmas o
caminar al ritmo de una canción son actividades que trabajan ritmo y movimiento
conjuntamente.
·
Acompañar el canto con algún instrumento ayuda a la estimulación del tacto, ya
que no todos los instrumentos se tocan de igual manera ni dejan la misma
sensación en las manos. Resulta divertido y enriquecedor seguir el compás de
una canción con un triángulo, un xilófono o una pandereta.
·
Desarrolla la imaginación y la capacidad creativa. Canciones como Carrascal o
Muriéndose de risa ofrecen elementos suficientes para desarrollar la
imaginación y la capacidad creativa de nuestro hijo. Son un tipo de canciones
que, igual que algunas otras, ofrecen la posibilidad de ir añadiendo estrofas.
Es entretenido y divertido cambiar la letra de una canción o inventarse
estrofas haciendo referencia a nuestra casa, a lo que hacemos cada día o a
nosotros mismos.
·
Refuerza la memoria. Un aspecto muy importante que trabajan las canciones es la
memoria; algunas estructuras lingüísticas se fijan más fácilmente en la memoria
acompañadas de música. Un claro ejemplo de esto es la forma en que muchos
aprendíamos las tablas de multiplicar, ¿cuántos no recordamos la entonación que
acompañaba a la tabla?
·
Ayuda en el tratamiento de los problemas de lenguaje. Algunos niños tienen
problemas de pronunciación u otro tipo de problemas o retrasos en el
aprendizaje del lenguaje. Gracias a las canciones, el niño trabaja sus
dificultades sin que esto suponga un gran esfuerzo para él. Imaginemos un niño
con problemas de pronunciación de la ‘jota'; podríamos utilizar alguna canción
como En el balcón de palacio, por sus repetidos “ji-ji, ja-ja”, para trabajar
ese fonema.
·
Ayuda a exteriorizar las emociones. Una canción nos permite llegar hasta el corazón
de nuestros hijos. A veces podemos adivinar su estado de ánimo oyendo las
canciones que escoje espontáneamente. La musicoterapia trabaja mucho en este
sentido, no sólo para hacer un diagnóstico del niño sino también para tratar de
mejorar su estado emocional con la ayuda de la música y las canciones.
·
Facilita las relaciones sociales con los demás. Gracias al canto coral, es
decir, a cantar con otros niños, nuestro hijo aprende a relacionarse con sus
compañeros. En ocasiones podemos ver cómo los niños cantan juntos una canción o
se enseñan las estrofas que se saben, etc. ¿Qué decir de las innumerables
canciones que llegamos a cantar a coro en cada excursión?
No
debemos olvidar que las canciones populares son una valiosa fuente de aspectos
culturales. Con ello queremos decir que enseñar una canción a un niño es
mostrarle un elemento más de la sociedad en la que vive, y por lo tanto le
ayuda a integrarse mejor en ella. Hay muchas canciones que pertenecen a una
fiesta o tradición concreta del año, por ejemplo los villancicos de Navidad.
Cantar estas canciones se convierte en un referente cultural muy importante
para el niño.
Animémonos,
pues, a cantar; a recordar aquellas canciones que cantábamos en nuestra
infancia; a sentarnos con nuestro hijo y cantar las canciones que ha aprendido
en la escuela; en definitiva, a compartir un espacio de música y alegría.
Anna Garí Campos. Psicóloga clínica
Anna Garí Campos. Psicóloga clínica
Suscribirse a:
Entradas (Atom)